I.
Observo mientras respira, mientras articula los dedos, la cabeza inclinada y los ojos fijos en la tarea. Qué pensarán los que creen que lo conocen si ni yo, que creo intuirle mejor que ningún otro, puedo sondear el abismo en el que se mueve hace años. Nómada imperfecto, corazón ambulante. La angustia agazapada detrás de las manos que hacen y la paz apenas cuando llega la muerte disfrazada de sueño.
Nuestro único dios es el Tiempo y el fin del mundo es todos los días.
II.
A veces no te entiendo; es imposible abarcar a las personas dice el que mejor me conoce. Y tiemblo.
Sólo yo sé lo mucho que él entiende. Sólo yo sé lo que él no sabrá nunca.
El asunto es que no puedo recordarlo.
También soy inabarcable para mí misma.